Miniensayo
Las novelas distópicas se caracterizan por presentar sociedades que a los ojos de sus habitantes son perfectas, ya sea a causa de la censura, del control de información o de la libertad limitada que se les ha hecho creer es la justa y necesaria. 1984 es el reflejo de lo que su autor, George Owell, pensaba que venía si los totalitarismos se seguían expandiendo. Para la lectura de esta obra, hay que tomar en cuenta el contexto histórico que vivía el autor mientras la escribía. La segunda guerra había terminado, Alemania nazi se había disuelto y junto a su término, se levantaban dos grandes potencias que imponían sus ideologías políticas y económicas a todo el mundo. Pero además, sólo cinco años antes los fascismos de Mussolini e Hirohito estaban en su tope máximo, con sus políticas imperialistas y totalitarias cien por ciento implantadas en sus estados.
La obra de George Owell, a pesar de haber sido escrita en un contexto totalmente diferente al que se vive hoy en la actualidad mantiene una cantidad de similitudes que nos hacen cuestionarnos si acaso nos desvíamos del camino de la democracia y transparencia: el control de la prensa, la represión, el conformismo de masas, son algunas de las características que se ven también en nuestra realidad en el siglo XXI.
Pero hay una frase del libro que se conecta a un mayor nivel que las anteriores: “La ignorancia es la fuerza”. Y para validar ésta tendremos que enfocarnos en la sociedad chilena. Y es que Chile sí es un país ignorante. No hay cuestionamiento de las cosas que se presentan a nuestros ojos, tales como la educación o las noticias, y lo más irónico es que cuando se levanta un grupo puesto a que se dan cuenta de que no todo es como parece, los medios de comunicación hacen ver como si sólo fuera gente a la que le gusta causar problemas y desorden público, y todos aquellos televidentes que no se molestan por informarse más allá de lo que se les muestra lo creen, y hablan sin saber, poniéndole fin a algo que apenas empezó.
La sociedad creada por George Owell no es una sociedad a la que se debería querer aspirar, sería incluso una contradicción tomando en cuenta de que la escribió tomando todos los defectos de la suya propia, sin embargo, pareciera como si cada vez más estuviéramos más cerca de transformarnos en una sociedad distópica, con la creencia de que todo está bien mientras a nuestro alrededor todo se cae en pedazos.
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